Se crea lo que se cree

¿Ver Para Creer o Creer Para Ver?

En español tenemos una gran cantidad de dichos o proverbios que ayudan muy poco a nuestra evolución personal. Son esas frases que nos invitan a quedarnos en nuestra zona de confort, en lugar de emprender o probar cosas nuevas

Ya es un tópico muy conocido aquello de «una mentira, repetida mil veces, se convierte en verdad». Pues lo mismo pasa con estos dichos, luego que tanta gente, durante tantas generaciones las haya repetido hasta la saciedad, se han convertido casi en parte de nuestro ADN. Te muestro algunas de ellas, para que entiendas mejor de lo que hablo:

  1. Más vale pájaro en mano, que 100 volando
  2. Más vale malo conocido, que bueno por conocer
  3. Better the devil you know than the devil you don’t
  4. Stick to your knitting

He incluido un par de dichos en inglés, para mostrar que no es un tema solo de los que hablamos español. La mayoría de las culturas son muy conservadoras y nos inducen a pensar que ser conservador es la mejor forma de vivir.
Para quienes no entiendan bien el inglés, la frase número 3 quiere decir «Mejor el demonio conocido, que el que no conoces» y la frase 4 quiere decir «mantente dentro de lo conocido», no es una traducción literal (que no tendría mucho sentido), sino el significado de la frase.

Yo creo firmemente en la innovación, en la evolución (intelectual, emocional, profesional, etc.) y en el desarrollo de las ideas, como mecanismo de mejora del ser humano. Es cierto que muchas de las ideas se han usado no de la mejor manera, pero creo que el balance siempre tenderá a ser bueno, a mejorar las condiciones iniciales.

Si la humanidad hubiese preferido el pájaro en mano o lo malo conocido, se hubiese quedado solo en los entornos originales, jamás hubiésemos aprendido a guiarnos por las estrellas para alcanzar todos los confines del planeta. No habríamos aprendido a hacer fuego, ni a escribir, de la impresión y la universalización de la lectura ya ni hablemos, pero en lo más reciente, nos habríamos quedado caminando o montando a caballo, sin desarrollar los diferentes tipos de motores y vehículos y, aún mas recientemente, no hablaríamos de medicina, comunicaciones y mucho menos de viajes al espacio.

En los últimos años, he oído mucho lo importante que es salir de nuestra zona de confort, desde el punto de vista físico, mental, neuronal, profesional y hasta para ser más longevos, pero manteniendo un mejor estado de salud. Esto lo aprendí de mi entrenador personal, de Alex Rovira, del Dr. Mario Alonso Puig y de la Dra. Marian Rojas Estapé, así que no tengo ninguna duda de que es cierto.
Salir del estado de confort es imprescindible, para poder evolucionar, avanzar, en todos los ámbitos. Esto contradice esas frases conservadoras que comenté al principio.

Un antiguo dicho griego, atribuido a Seneca, dice: «Si un hombre no sabe a que puerto va, ningún viento le es favorable«. Es decir, si no tienes claro tu destino, no puedes emprender tu viaje. Si no tienes claros tus objetivos, no podrás alcanzarlos y, por supuesto, no podrás mejorar tu situación actual, sea cual sea.
Para esta situación sirve el «Más vale malo conocido que bueno por conocer» , porque te permite conformarte con lo que tengas ahora, no importa lo malo que sea, porque podría empeorar, esto es cierto, pero ¿Y si pudiese mejorar? ¿No valdría la pena probar, al menos?

En resumen, para mejorar lo que tienes, debes intentar cosas nuevas, salir de tu zona de confort.
Comenzando con plantearte tus objetivos, siguiendo con un plan para lograrlos, continuando con ponerle fechas al plan (un plan de trabajo sin fechas, es más bien una lista de buenos deseos) y dividirlos en segmentos más «alcanzables» en el tiempo.
Además, a todo estos pasos, debes ponerle una buena dosis de disciplina, fuerza de voluntad y optimismo real, de ese optimismo con argumentos que te mantienen los pies en la tierra.

Dicen que toda caminata, por larga que sea comienza por el primer paso.
En este proceso de mejora , ese primer paso es plantearte tus objetivos.
Pero deben ser unos objetivos reales, tan reales que los puedas visualizar.

Cuando puedes visualizar lo que buscas, lo que realmente quieres lograr (tus objetivos), tu cerebro realmente se lo cree, lo ve real y fiable, activa tu Sistema Activador Reticular Ascendente para que las imágenes, textos o audios, relacionados con tus objetivos pasen a tu cerebro y queden en tu memoria. Para que te llame la atención y veas las oportunidades, consigas soluciones. Las personas optimistas ven oportunidades dondequiera porque tienen este sistema activado siempre para las cosas buenas, ven (o vemos) oportunidades hasta en las situaciones menos favorecedoras.

A partir de aquí, tu subconsciente trabajará hasta cuando duermes y sueñas, para generar ideas que te ayuden a conseguir tus objetivos.

Pero primero, debes haberlos visto, para activar todo este proceso cognitivo.
Por eso, al contrario de lo que dijo el Apóstol Tomás, no hay que «Ver para Creer», sino hay que «Creer para Ver».
Si lo ves, lo crees.
Si lo ves, lo creas.
Si lo ves, lo logras.

Espero que estas palabras te sean de provecho. Si por ahora no lo son, no te preocupes, podría no ser tu momento, pero la información ya está en tu cerebro, el proceso ya ha comenzado, aunque aún no lo notes.
No pares nunca de querer mejorar, no te quedes en tu zona de confort y verás como la Mecánica Celeste se activará para que las cosas te funcionen mejor, siempre que no te quedes en tu zona de confort. Por cierto, en otro artículo te explicaré en detalle lo que llamo Mecánica Celeste.

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